La increíble reparación del Omega Speedmaster X-33 en el espacio
Aunque los astronautas disponen del Speedmaster Professional para sus misiones como dotación, es habitual que muchos de ellos elijan otros relojes personales para llevarse al espacio durante estos cometidos.
Una de estas ocasiones se vio protagonizada por el astronauta Don Pettit en 2002 cuando decidió utilizar su Omega Speedmaster X-33 para su estancia en la Estación Espacial Internacional ISS de 2002. Ya que al contar su trasera con aberturas, hacía que su alarma fuera una mejor opción en un entorno con constante ruido como la estación espacial, frente a otros relojes de la época que también contaban con esta función.
Sin embargo, estando a 418km en órbita sobre la tierra, el primer diseño del X-33 llegó a su límite haciendo que la unidad de Don Pettit perdiera un pulsador y la corona que controla la mayoría de funciones de este reloj, quedó completamente suelta. Esto suponía que su reloj había quedado inutilizado para poder realizar la tarea por la que fue escogido y solo quedaba una opción… ¡Repararlo!
Después de encontrar el pulsador atascado contra un filtro de un ventilador, y después de conseguir en la nave unas pinzas, un par de destornilladores y unos cuantos trozos de cinta adhesiva se puso manos a la obra. Don Pettit sin ningún conocimiento sobre relojería, pero con experiencia como mecánico e ingeniero, utilizó la cinta adhesiva en la mesa de trabajo para organizar y asegurar las pequeñas piezas y tornillos, evitando que se perdieran en la nave debido a la ingravidez.
El astronauta decidió grabar su hazaña por si sirviese para algún tipo de aprendizaje y efectivamente eso fue lo que ocurrió. Esta peculiar historia además de convertir al Speedmaster en ser el primer reloj en haber sido reparado en el espacio, sirvió para que Omega rediseñara el X-33 corrigiendo los errores de diseño en la sujeción de los pulsadores mediante un tornillo, que llevó al reloj de Don Pettit a dejar de operar correctamente.
Pero no queda aquí la cosa, ya que la documentación de la reparación demostró que en gravedad cero, es posible realizar trabajos de precisión utilizando habilidades motrices finas. Tras el regreso a tierra de Don Pettit, el departamento de mantenimiento en el espacio de la NASA, decidió cambiar el protocolo para los suministros de las misiones espaciales en lo referente a las reparaciones.
La relojería ha sido esencial en diversos momentos de la humanidad, facilitando desde la navegación hasta el desarrollo científico. En el siglo XV, los relojes mecánicos fueron cruciales para los exploradores, permitiéndoles calcular la longitud y mejorar la precisión en sus rutas marítimas. Durante la Revolución Industrial, la medición precisa del tiempo permitió optimizar el trabajo en fábricas y sincronizar actividades a gran escala, impulsando la eficiencia económica. Y posteriormente en la conquista del espacio los relojes también jugaron un papel importante.
Sin embargo cuando la medición del tiempo ya se consideraba completamente dominada por el ser humano, los relojes han continuado influenciado en más aspectos como en el caso de este Omega, pero a diferencia de los ejemplos anteriores, en esta ocasión sin la necesidad de medir el tiempo.