El Universal Genève que estuvo en la luna.
El caso de cómo Bulova terminó en la luna es de sobra conocido, sin embargo, puede que no estemos ante el hecho de que en realidad no se envió un reloj americano a la luna, sino nuevamente otro suizo como el Speedmaster. Para ello, permíteme que te ponga en contexto:
Tras haber estado usando la NASA el Speedmaster en contables ocasiones, incluido el alunizaje en 1969 y a pesar de que se usase material y tecnología de Bulova en otros ámbitos de las mismas misiones donde el Omega estaba en las muñecas de los astronautas, en 1972 bajo la dirección de Bradley por aquella época, Bulova apeló a la ley de 1933 de compra americana. Es decir, se requería que el 50 % de un producto emitido por la NASA (perteneciente al gobierno en ese momento), se fabricara en los Estados Unidos y de esta forma, asegurarse el poder introducir un cronógrafo de la marca dentro de la dotación de los astronautas.
Durante esa época, Bulova era propietaria de Universa Geneve y lo aprovechó para adquirir 16 cronógrafos de la marca suiza, a pesar de lo argumentado por Bulova a día de hoy indicando que ese reloj se realizó bajo su desarrollo. Esto puede comprobarse en los documentos que ofrece la NASA donde se cita la adquisición de unos cronógrafos por parte de Bulova a otra empresa y sus costos asociados.
Estos prototipos de Universal Genève no llegaron a producirse y se les ha perdido la pista a prácticamente todos, excepto a uno.
Esta unidad se presentó en una subasta de Antiquorum hace 30 años pasando completamente desapercibida, solo tenéis que ver el precio por el que se vendió. Este prototipo quizás formase parte de un lote mayor a los que aparentemente adquirió Bulova y que de entrada, no concuerda con la narrativa de que el reloj de Scott era un prototipo único.
A pesar con el hecho de contar con ese prototipo de Universal Genève, debemos atar algunos cabos para no lanzar conclusiones al aire sin demasiado fundamento.
Para ello, dejando de lado el tema estético, vamos a analizar otros detalles del reloj de Scott. En primer lugar el calibre, que monta un Valjoux 72 y según al descripción del anuncio, podemos concluir que las características son similares en el prototipo de Universal Genève.
Y para terminar, el detalle de la numeración del reloj de Scott. Podemos ver que la referencia es similar a la del Space Compax de Universal Genève 885104/01 y el número de serie casa en las primeras cifras, haciéndolos coincidir en época.
Todo esto parece dar como conclusión que efectivamente el Bulova prototipo era realmente un Universal Genève, pero aun con estos datos desconocemos algunas cosas, como por ejemplo que Universal le vendiese las posibles patentes y/o derechos de ese reloj concepto a Bulova para poder afirmarlo.
¿Qué hubiera pasado si en lugar de Bulova hubiera sido un Universal Genève el que se hubiera paseado por la luna? Quien sabe. Los hechos son parte de la historia y eso no cambia, el reloj que se paseó por la luna fue un Bulova, los matices están en cómo se cuentan como se llegó hasta ese hecho. Pero en cualquier caso, añade un componente adicional y fascinante a este hobby. Ojalá descubramos más datos con el relanzamiento de la marca suiza de nuevo.