De Bethune: donde nada es porque sí

De Bethune es una de las marcas independientes más comentadas de los últimos años, y no es en balde. Es una marca donde la innovación y el diseño van de la mano, y en la que ningún elemento se incorpora con fines meramente estéticos.

Créditos: De Bethune

 

Rompiendo con varios paradigmas de creación relojera, Denis Flageollet, maestro relojero e hijo, nieto y bisnieto de relojeros, ha desarrollado variedad de conceptos que son, cuanto menos, rompedores. Juntándose con Pierre Jacques, el actual CEO de la marca, crea la pareja del hombre de negocios y el relojero que tanto éxito ha traído a grandes casas, como pueden ser Patek Philippe o Vacheron Constantin. Sin más dilación, analicemos algunas de las innovaciones que De Bethune introduce en el mercado.

 

Parece prudente comenzar por una de las partes más importantes de cualquier calibre: el órgano regulador. Dentro de este, encontramos la espiral «De Bethune». Esta cumple la misma función que una espiral de bobina Breguet, es decir, pone el centro de gravedad de la espiral en el centro, pero se diferencia de la espiral Breguet en que consigue este efecto siendo una espiral plana y no tubular. Así, reduce el peso y grosor del calibre. Sin embargo, la espiral no es el único elemento del órgano regulador que resalta en la marca por la innovación conseguida. Bastante singulares son también sus volantes propios, los cuales encontramos en varias formas y tamaños. En el de la imagen, vemos un volante no circular, sino con una serie de radios que parten del centro y que albergan un contrapeso de platino en su punta. Dada la forma de este contrapeso, al separar o acercar sus extremos al radio, se consigue regular el volante de forma muy precisa. De hecho, la aerodinámica e inercia conseguidas con este tipo de volantes han permitido a De Bethune aumentar hasta en un 20% su reserva de marcha con respecto a volantes estándar.

Créditos: De Bethune

 

Por último, otro aspecto clave en el correcto funcionamiento del órgano regulador es el anti-shock. En el caso de la marca, introducen un sistema propio para protegerlo, denominado «triple parachute», en referencia al parachute de Breguet. Está compuesto por un doble puente de volante y dos resortes en forma de S elongada que están en su punto de máxima compresión. Así, cualquier shock los hará expandirse, y su naturaleza les hará retornar a su punto de máxima compresión, dada la elasticidad de los mismos.

Créditos: SJX Watches

 

Si dejamos de lado el órgano regulador, podemos hablar del elemento que quizás sea lo más diferenciador en De Bethune: sus cajas. En particular, lo más destacado es su sistema de asas flotantes. Las asas convergen a la altura de la corona, y a través de un muelle en ese punto, pueden subir o bajar con cierta holgura para ajustarse a la muñeca del portador. Así, dejando el reloj en la mesa, las asas estarán en línea con la caja, pero al ponérselo en la muñeca, estas la abrazarán, creando una ergonomía mejorada con respecto a cualquier reloj cotidiano de asas fijas.

 

Las innovaciones de De Bethune no acaban aquí, pero sí lo hará este artículo. En sucesivos escritos seguiremos analizando las contribuciones de Flageollet a la relojería.

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