Horas saltantes: Rolex, Breguet, IWC y Vacheron.
Hoy vengo con uno de esos artículos que tanto me gustan a mí, así que para los que conozcáis un poco… preparad un buen café y disfrutad.
Aunque dependiendo en qué círculos te muevas, el debate del origen de las horas saltantes puede saltar a la palestra, si bien es cierto que es innegable que gracias a Josef Pallweber la mayoría del público pudo disfrutarlo cuando tras su desarrollo y patente, licenció su invención en 1883 a IWC, que un año más tarde lo introdujo en catálogo.
IWC continuó con la producción de este tipo de relojes y su particular forma de mostrar la hora, y en la década de 1890 ya tenía producidos más de 16.500 relojes.
Pero esto solo era el principio, estos relojes dieron paso a unos diales poco comunes y muy elaborados con motivos decorados sobre esmalte, y además también dieron paso a una serie de relojes de otras marcas que son cuanto menos, llamativos y poco conocidos.
Pero no solo dieron paso a relojes curiosos dentro de IWC, también podemos encontrar algunos ejemplos más en otras marcas que no nos tienen tan acostumbrados a este tipo de relojes.
Los dos primeros vienen de la mano de Rolex. Empezando por la gama de Prince que actualmente se encuentra discontinuada, tenemos algunas referencias como la 1491 de finales de la década de los 30. Esta me resulta quizás la más interesante pues puede encontrarse con certificado Cosc o sin él, pero que en ambos casos, observamos muchos detalles interesantes.
Estos relojes cuentan con unos calibres, normalmente numerados con series previas a los 77.000 fabricados por Aegler bajo la patente de Wilsdorf de 1927. Esta patente sitúa la posición del cañón de bobinado y el volante en los extremos del calibre de forma rectangular, de esta forma el volante podía contar con mayor amplitud y ofrecer mayor precisión, de ahí que el calibre mostrara las leyendas Extra Prima y Rolex Hairspring.
El interior de la caja muestra 'Rolex', '25 World Records', y 'R.W.C Ltd’, este último sello nos ayuda a enlazar con el segundo reloj raro de horas saltantes de la marca.
Este es casi como un reloj anónimo, ya que no presenta más indicios de pertenecer a una ninguna marca a excepción de ese sello 'R.W.C Ltd’ en el interior de la trasera del reloj fabricada por Alcide Droz & Fils.
Los calibres de estos relojes, vienen sin apenas grabados referentes a ninguna marca, con lo cual los hace difícilmente adjudicadles a un fabricante en concreto más allá de algunas conclusiones que se puedan sacar por época y/o complicación.
Seguramente estos relojes en su origen, fueran fabricados por Rolex para alguna de sus segundas marcas, pero al carecer de documentación u otra información en el reloj, a día de hoy son adjudicados como relojes Rolex.
El siguiente reloj de horas saltantes, no es un reloj como tal, sino más bien un módulo desarrollado por Robert Cart en 1927 que dio lugar a unos cuantos relojes singulares. Y son singulares no tanto porque no sea sencillo ver un Vacheron Constantin de horas saltantes, un Breguet o Gübelin, sino porque todos ellos mostraban la misma apariencia.
Este módulo contaba con dos configuraciones, una primera en la que muestra la hora en el disco central, a modo de horas saltantes, que a su vez actúa como indicador de minutos al realizar una rotación completa cada 60 minutos a la esfera. La segunda configuración contaba con la ventana de las horas saltantes fija en la esfera y un disco/indicador que rotaba para indicar los minutos.
Este componente fabricado por Robert Cart, se montaban sobre los calibres convencionales y propios de cada marca. Sin embargo también se encuentran algunas marcas de carácter más modesto que muestran similares cajas y diales, pero además de llevar un calibre propio, también contaban con maquinaria del propio Rober Cart.
En la década de 1930, Gübelin compró algunos relojes de Breguet que mostraban las horas de forma diferente, como los horas saltantes, pero que para esa fecha ya eran propiedad de Breguet al haberse hecho con la propiedad de la patente y se vendieron como doble firma Gübelin/ Breguet. Dos de estos movimientos permanecieron en stock en Gübelin aparentemente olvidados hasta que a principios de la década de 1990, se decidió realizar un par de cajas de en platino dando como resultado dos únicos relojes realmente singulares.
Se que hay muchos más relojes con horas saltantes interesantes, pero si te das cuenta de cómo ha empezado este artículo a como ha terminado parece quizás algo inconcluso, lo se, quiero abarcar mucho pero es muy complicado en una sola entrada del blog. Pero por otro lado me alegra, esto puede derivar en casi una serie, tengo muchas cosas que he apuntado en mi cuaderno según escribía para contaros más adelante.