Abanicos y carpas, novedades desde Japón.

Tras hablar en más de una ocasión sobre mi gusto sobre la relojería japonesa, hoy vuelvo a la carga con un par de novedades que me han gustado bastante.

La primera trata sobre una de las marcas de Hajime Asaoka, Kurono. Que ha presentado un nuevo reloj iniciándose algo más en una relojería menos básica como un reloj de tres agujas (sin olvidar que ya entraron en otras complicaciones anteriormente) para dar paso a la reserva de marcha y un subida de 24 horas.

De este nuevo reloj hay dos variantes, en crema y azul, de las cuales me gusta más el color crema, pero todo el conjunto del azul, en el que me centraré durante esta parte del artículo.

La esfera supuestamente ha tomado unos 3 años en ser concebida por el propio Asaoka y mete bastantes elementos de la cultura japonesa en él.

El primero es la propia reserva de marcha que pretende ser el protagonista del reloj ya que le da nombre al modelo, Sensu, que significa abanico, es lo que se pretende mostrar con ese grabado entre la posición de las 9 y las 10.

Le sigue la sustitución de los numerales o índices pon kanjis, uno de los tres sistemas de escritura japonés que en su mayoría representan conceptos. Además el nombre de la marca Kurono solo aparece representado con otro de los sistemas de escritura llamado Katakana dando más carácter al conjunto, eliminando cualquier rastro del abecedario occidental del que solía venir acompañado en relojes previos.

Y termina con las agujas tan características de la marca, parte del lenguaje de diseño en múltiples relojes de Hajime Asaoka, que en este caso pretenden mostrar parte de la tradición y cuidado que pese a ser relojes producidos de forma más industrial, siguen prestando atención a los detalles, terminando cada aguja a mano, moldeándolas para que sigan la curvatura del dial.

Por otro lado tenemos las nuevas ediciones de Grand Seiko, tambien en dos colores y exclusivos para la Unión Europea, de las cuales también quiero centrarme un uno solo para reforzar la idea que quiero exponer al final de este artículo.

De ambos, azul y rojo, el que capta toda mi atención es el rojo denominado Nishikigoi. Aunque la caja ya la hemos visto previamente en otros relojes de la marca, el dial pretende traernos un poco más la cultura de Japón al viejo continente.

El dial de estas unidades pretende evocar a las carpas Koi iridiscentes combinando el rojo, con el resto de colores plateado, dorado y negro presentes en otros elementos del reloj.

Realizado con un patrón radial en espiral, que se origina en el centro de las esfera y se extiende hasta la caja, evocando las escamas brillantes de una carpa.

Si bien es cierto que para entender estos guiños a su cultura, tienes que conocer bastante sobre ella y no cuenta con elementos como los Kanjis, Grand Seiko remata la pieza con el mismo concepto de los detalles a mano sobre lo industrial de Kurono, realizando el pulido Zaratsu a mano y ajustando el ensamblaje del movimiento a mano.

Una de las cosas que me gustan tanto de la escena japonesa en cuanto a la relojería es la pasión al detalle que meten en las piezas, si bien es cierto que mucho de lo que se hace en la región es puramente industrial, es fácil encontrar algunas piezas de varias marcas que buscan hacer algo diferente en cada pieza, reflejando parte de los que son como cultura, ofreciendo una visión de la relojería diferente.

Anterior
Anterior

Horas saltantes: Rolex, Breguet, IWC y Vacheron.

Siguiente
Siguiente

Explorando los Straps Racing: Estilo, Historia y Funcionalidad para tu Reloj