Six O’Clock in the mornin’ (Tercera Parte)

Fragmento de la letra de la canción Six O'Clock de Ringo Starr.

En 1960, la Marina francesa aprobó el uso del ZRC Grands Fonds 300® de la marca helvética ZRC, pero solicitó una solución para la corona ubicada a las 3 en punto, ya que era vulnerable durante las maniobras submarinas. ZRC desarrolló entonces una corona a las 6 en punto, conectada a una caja monobloque y fabricada en un acero reforzado con molibdeno, completamente antimagnético, diseñado para cumplir con las exigencias del Grupo de Buceadores de Despejado de Minas.

Es evidente que, en este caso, el diseño no fue concebido con una intención inclusiva, universalista o estética, sino que se desarrolló específicamente para satisfacer la necesidad solicitada por la Marina francesa, abordando problemas funcionales y mejorando la comodidad del usuario. No obstante, los modelos de ZRC con la corona a las 6 en punto, gracias a su simetría, ofrecen una versatilidad que permite su uso tanto por diestros como por zurdos.

La solicitud de la Marina francesa a ZRC subraya la vulnerabilidad de la corona y la importancia de protegerla, lo que ha llevado al desarrollo de diversos sistemas de protección. Un ejemplo notable es el sistema creado por la marca estadounidense Ball Watch para su serie Engineer Hydrocarbon, que garantiza la estanqueidad del reloj mediante una placa protectora alrededor de la corona. Esta innovadora solución asegura que la corona permanezca firmemente enroscada en su posición original y segura antes de ajustar la hora.

Otro destacado ejemplo es el sistema de protección patentado por Panerai, utilizado en sus modelos Luminor, Submersible y Luminor Due.

Por su parte, y siguiendo con los relojes que cuentan con sistemas de protección de coronas, la colección Militare de la firma alpina Anonimo, lanzada en 2001, destaca por su robustez y enfoque técnico, concebida originalmente para cumplir con las demandas de los buzos militares italianos. Uno de sus rasgos más distintivos es la corona ubicada a las 6 en punto, protegida por un sistema patentado que asegura su bloqueo de manera fiable.

En la edición limitada del décimo aniversario, la corona permaneció en esta posición, pero en la reedición del vigésimo aniversario se decidió volver a la disposición clásica de las 12 en punto, como en el resto de las piezas de la colección.

Mención especial para el maestro relojero independiente del Valle de Joux, David Candaux, quien fusiona tradición e innovación en sus creaciones. Su modelo DC6 incorpora su característica «Corona Mágica», una corona retráctil multipatentada, compuesta por 31 piezas, diseñada para integrarse discretamente en la caja y mejorar la ergonomía. Ubicada estratégicamente en la posición de las 6 en punto, permanece oculta hasta que se activa mediante un mecanismo de presión intuitivo. La inclinación de 30° del tourbillon y la caja está cuidadosamente integrada en el diseño, mejorando tanto la legibilidad como la comodidad en la muñeca.

Por último, es importante mencionar los relojes de escritorio o car dashboard clocks, que se empleaban tanto en los salpicaderos de automóviles como en los cuadros de mando de aviones. Estos relojes son similares a los de bolsillo, pero generalmente presentan un diámetro mayor.

Un ejemplo son los modelos que cuentan con la corona a las 6 en punto, fabricados por marcas reconocidas como DOXA y Smiths.

Coronas al Norte y al Sur: A las 12 y a las 6

En 1969, Omega lanzó el Seamaster Bullhead, un reloj con una disposición única: la corona y los pulsadores ubicados a las 12 en punto para ajustar la hora y manejar las funciones del cronógrafo, y una segunda corona a las 6 en punto, destinada a controlar el bisel interno giratorio, útil para medir tiempos de buceo y otras funciones de cronometraje. En 2016, con motivo de los Juegos Olímpicos de Río, Omega reeditó este modelo en una edición especial limitada a 669 unidades.

Pocos años después, aparecieron otros modelos emblemáticos que evocaban al Omega Seamaster Bullhead, como el Breitling Bullhead (Ref. 7101) en 1971, el Tissot Sideral Chronograph Bullhead en 1972 y el Bulova Bullhead Chronograph Parking Meter en 1973, que tenía la corona a las 6 en punto y los pulsadores a las 11 y a la 1. Esta disposición era similar a la del Zodiac Sea Wolf SST 36000, que contaba con una doble corona en esas mismas posiciones.

La micromarca británica Adley Watches, fundada en 2018, rinde homenaje a los constructores de bicicletas a medida con sus relojes, los cuales se caracterizan por la presencia de una doble corona, ubicada a las 12 y a las 6 en punto. Sin embargo, la corona de las 6 es puramente decorativa y carece de funcionalidad, sirviendo para equilibrar visualmente el diseño y portar el número de serie del reloj. Este es un excelente ejemplo de cómo la corona puede asumir un rol estético y distintivo, en lugar de ser un elemento funcional.

Si ya hemos mencionado a Anonimo en la sección de coronas a las 6 en punto, también debemos destacar su modelo Firenze Dual Time de 2009, que incorpora una disposición poco común: dos coronas, situadas a las 12 y a las 6 en punto.

Un «contraejemplo» dentro de este apartado es el Citizen Bull Head Super Titanio, que presenta la corona y los pulsadores a las 10, 12 y 2 en punto. Sin embargo, rompe con la simetría tradicional al incorporar una segunda corona a las 5 en punto, destinada a la función de alarma. Esta disposición, desde un enfoque universalista, compromete la utilidad para las personas que usan su reloj en la muñeca derecha, ya que plantea la misma incomodidad que los relojes con la corona ubicada a las 3 en punto.

Como curiosidad, Jiarui Wang creó y compartió un diseño descargable para impresión 3D, que permite convertir relojes de bolsillo en relojes de pulsera. Este diseño, similar al Pop-Swatch, cuenta con aperturas en las posiciones de las 12, 2, 4, 6, 8 y 10 horas para ajustar la corona del reloj de bolsillo. Sin embargo, es necesario adaptar el diseño al diámetro específico del reloj que se desee utilizar.

Por último, cabe mencionar la existencia de adaptadores diseñados para convertir relojes de bolsillo en relojes de pulsera, similares a los «wristlets» anteriormente mencionados. Un ejemplo destacado es el convertidor universal creado por el turco Ümit Yıldız, de la marca PWCONVERTER, compatible con todos los relojes de bolsillo.

Revolución sin Corona

El Futurematic, producido por Jaeger-LeCoultre entre 1951 y 1959, fue el primer reloj automático sin corona para dar cuerda al resorte principal. Su diseño es simétrico, con dos subesferas: una para los segundos y otra que indica la reserva de marcha, mostrando cuánto tiempo le queda de funcionamiento antes de necesitar movimiento. Esta característica era crucial, ya que, al no poder dársele cuerda manualmente, el usuario dependía de la reserva de marcha para saber cuándo debía mover el reloj y mantenerlo operativo.

En 1960, Bulova lanzó el Accutron Spaceview, el primer reloj en exhibir un movimiento de diapasón visible a través de su esfera transparente. Además, este modelo innovador utilizaba un sistema de ajuste de hora ubicado en la parte posterior del reloj, eliminando la necesidad de una corona tradicional. El Accutron fue fundamental en la transición de la relojería mecánica a la electrónica, marcando un hito en la evolución de los relojes y allanando el camino hacia el desarrollo del reloj de cuarzo, que culminó en 1969 con el lanzamiento del Seiko Quartz Astron.

En 2001, Ulysse Nardin lanzó el Freak, un reloj que desafió los principios tradicionales de la relojería con su diseño vanguardista y la ausencia de corona, esfera y agujas. De entre los relojes sin corona, el Freak destaca por ofrecer un sistema para ajustar la hora y dar cuerda, sin necesidad de quitarse el reloj. Para ajustar la hora, se desbloquea el bisel superior mediante un pestillo a las 6 horas. Tras el ajuste, se vuelve a bloquear el pestillo. Para dar cuerda, se gira el bisel inferior en sentido antihorario, remontando el muelle principal.

Los relojes de la marca belga Ressence son, sin duda, unos de los más espectaculares, tanto a nivel estético como técnico. Ressence se distingue por su enfoque vanguardista. Su fundador y CEO, Benoît Mintiens, considera la corona un elemento obsoleto que compromete la ergonomía, la usabilidad, el tamaño y la comodidad. En la entrevista de Doble Firma, de la serie Indie Talks, Alfonso Escámez entrevista a Mintiens, quien explica que su visión se basa en aplicar «principios de diseño del siglo XXI» a la relojería, afirmando que la industria debe evolucionar.

La extinta micromarca AUTEUR comercializaba la sofisticada colección «CIRCLES», que presentaba un sistema de ajuste de hora mediante un pulsador, ubicado en la parte trasera de la caja para sus movimientos de cuarzo.

Por último, no deberíamos olvidar los relojes ultrafinos, como el Octo Finissimo Ultra de Bvlgari, el Altiplano Ultimate Concept de Piaget, o el Master Ultra Thin Squelette de Jaeger-LeCoultre. Esta tipología de relojes no lleva una corona vista tradicional, para preservar la pureza de su diseño minimalista y mantener el perfil extremadamente delgado que los caracteriza, optando por mecanismos alternativos, como coronas integradas en la caja o sistemas de ajuste en la parte posterior.

«Dios Salve a la Corona»

Muchas marcas relojeras han incluido en su catálogo algún modelo de reloj con la corona y/o pulsadores situados a las 12 en punto. Algunas de estas marcas han adoptado esta disposición de la corona para crear una línea de relojes en particular dentro de su catálogo, mientras que otras la han utilizado como un elemento estético diferenciador, en combinación con otros detalles de diseño.

Desde la alta relojería hasta los relojes de moda, incluyendo relojes premium, de lujo, así como modelos de gama media y baja, encontramos diseños con alguna de estas características.

En definitiva, la disposición de la corona, o incluso su ausencia, puede influir en nuestra decisión de adquirir el próximo reloj, ya sea por funcionalidad, estética, ergonomía o cualquier otro motivo. Sin embargo, más allá de esto, la corona o los sistemas alternativos son el elemento físico mecánico clave a través del cual los más románticos interactuamos con el corazón de nuestro reloj: las piezas internas que, en última instancia, le insuflan vida.

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