Los relojes de Jacques Cousteau

De pequeño al llegar del colegio y estar merendando, llegaba el momento de elegir que ver, y las opciones eran dinosaurios, tiburones o Star Wars. Cuando caían tiburones, tenía una cinta VHS sobre las actividades de Jacques Cousteau en el mar y varias imágenes de tiburones que visualizaba repetidamente. Aquello me fascinaba. Hace unos días me preguntaron ¿Qué cinco relojes compraría sin límite de presupuesto? Este recuerdo me volvió a la mente, uno de los divers de Cousteau.

Y no es que recuerde verle en esa cinta con uno de estos relojes, era muy pequeño, pero sí que automáticamente mi cerebro enganchó dos ideas, un recuerdo de mi infancia con mi pasión actual por los relojes.

Jacques Cousteau y su equipo Calypso han sido fotografiados con muchísimos relojes a lo largo de su carrera y podría entrar a realizar un análisis sobre todos ellos, pero quizás eso caiga en una segunda parte, por el momento me centraré en los que más me llaman la atención a mí.

Logicamente esos relojes distan mucho de lo que tenemos hoy como idea, eran puramente herramientas, aunque en los vídeos no llega a apreciarse bien, el riesgo de estas expediciones del equipo Calypso era alto. Contar con un buen reloj de buceo, era sinónimo de buen equipamiento y tecnología, disponiendo de muchos de estos relojes por elección propia del mismo Cousteau o por la disposición de algunos por parte de las marcas.

En primer lugar el poder ubicarse en el océano y no perderse era clave tanto para llegar a un punto concreto en medio del océano donde poder iniciar o continuar una expedición para observar el fondo marino, como para volver a casa, era algo crucial. En este aspecto Cousteau confiaba en un Marine Chronometer del que ya hicimos un artículo previamente.

Pero cuando pasaba de la superficie del mar a la inmersiones, algunos de los elegidos fueron marcas como Blancpain, Doxa, Rolex, Seiko o la historia con Omega que tanto me gusta.

Esta historia entre Cousteau y Omega, realmente es a tres, ya que en ella se incluye a COMEX, una empresa francesas destinada a la ingeniería y operaciones de buceo profundo. Esta relación comenzó con el equipo de buceadores Conshelf II al que se les entregaron unas unidades Omega Seamaster 300 experimentales (ref.165.024) y que derivó en una buena y duradera relación entre ambas partes (COMEX, todavía no había aparecido en escena).

Estos relojes aunque también se entregaron a la Marina Real, se diferencia principalmente en que eran prototipos emitidos por Omega y están marcados en la trasera con CONSHELF II - RED SEA/63.

Después de esta exitosa colaboración, Omega se lanzó a desarrollar el Ploprof 600, pero esta vez no solo con Cousteau sino que COMEX también entró en juego. Sumado a este, Omega introdujo el Seamaster 1000m, el cual había sido probado a su vez con el Ploprof y que posteriormente se ató al brazo robótico del submarino Beaver Mark IV para probar los efectos de la presión sobre el cristal a los 1000 metros. En el caso de Jacques y Philippe, su hijo, la configuración que lucían de este reloj en la muñeca era con milanesa.

Una apuesta por crear un reloj resistente, pero asequible era lo que Doxa tenía en mente al lanzar el Sub 300 y no tardó en verse en la muñeca de Cousteau. Más tarde Doxa junto a Rolex, desarrollaron la válvula de helio y lo introdujo en el Sub300T Conquistador, tambien visible en la muñeca de James.

Siguiendo con la idea de la colaboración entre Doxa y Rolex para desarrollar una válvula de helio, el Submariner también es uno de los relojes que se ha visto en la muñeca del Francés. Inicialmente se le vio luciendo un modelo inicial de Submariner, probablemente un prototipo del primer reloj de buceo hecho por la marca (bueno en teoría, ya que el primero lo hicieron para Panerai como explicamos aquí).

Este prototipo precedía a las referencias 6200, 6204 y 6205, que contaban con diferentes resistencias al agua y calibres, pero que aunque en esencia eran similares a los Submariner actuales, aun le faltaban ciertos elementos visuales. En este punto entran los 5512 y 5513 que también lució en su muñeca y que establecieron el lenguaje de diseño actual del Submariner ya que incluyeron la forma actual de caja (dejando de lado las evoluciones en los asas) y el guarda coronas. Incluso los maxidiales que vemos ahora tuvieron origen en las esferas mate de estos modelos.

Y la marca que también se dejó ver en la muñeca del francés, durante el documental Silent World, y que además rivaliza constantemente entre aficionados, por ver cuál fue el primer reloj de buceo (entendiendo como diver ya establecido), es Blancpain con su Fifty Fathoms. Lo que no se puede discutir es que son los que introdujeron el bisel unidireccional, cosa que ahora es un estándar en este tipo de relojes.

Este recibe su nombre debido a su resistencia al agua, que correspondía a 50 brazas, ya que se consideraba el límete para los buceadores de forma segura. Aunque como hemos visto, un par de décadas después, ese límite quedó en el olvido, con los 600m y 1000m.

Cerrando los seleccionados para este artículo de todos los que usó Cousteau, tenemos el Seiko 6390. A pesar de no haber sido el único reloj japonés en la muñecas de los integrantes de Calypso, resulta muy interesante pues a pesar de ser un reloj con un calibre no tan preciso como algunos de los otros relojes anteriormente comentados, sí era un muy robusto, lo que compensaba a esa posible falta de precisión.

Aunque puede ajustarse mejor, Jaques no tocaba los relojes sino que los usaba tal cual se le entregaban y los segundos de error según posición eran compensados con un ajuste antes de la inmersión. Esto sin duda no aportaba un valor excesivo para el submarinista, sino que el disponer de un reloj muy robusto ante cambios de presión o golpes, parece ser lo que le hizo decidirse por el empleo durante los años 80.

Como he comentado, hay muchos más que usó él y su equipo, pero estos nos dan una amplia visión de los relojes que usaba uno de los personajes más reconocidos de la exploración e investigación submarina, y quizás, nos ayude a apreciar los relojes por lo que son y lo que nos ofrecen, sin caer en discusiones entre aficionados que no conducen a mucho.

PD: me queda pendiente comentaros cuáles son los cinco relojes que compraría sin límete de precio.

Anterior
Anterior

Yema: la manufactura francesa

Siguiente
Siguiente

James Ragan ¿Padre del Speedmaster?