El Mecanismo de Antikythera y su relación con la relojería: Un viaje al pasado de la tecnología.

Mecanismo de Antikytera

El Mecanismo de Antikythera es un dispositivo antiguo que ha fascinado a los historiadores, científicos y relojeros desde su descubrimiento en abril de 1900.

Buzos recolectores de esponjas Antikytera

Buzos recolectores de esponjas

Este artefacto, considerado el primer "computador" analógico de la historia, no solo representa un asombroso avance tecnológico para su época, sino que también ofrece un vistazo fascinante al desarrollo temprano de la ingeniería mecánica y de la relojería.

El Descubrimiento del Mecanismo de Antikythera

El Mecanismo de Antikythera fue encontrado por parte de un grupo de buzos recolectores de esponjas. Fue descubierto a 45 metros bajo el agua cerca de Glyfadia, en la isla griega de Antikythera.

Antikythera Mapa

Antikythera

Los buzos recuperaron entre otros, numerosos artefactos, incluyendo estatuas de bronce y mármol, alfarería, monedas y el citado mecanismo. Los hallazgos fueron enviados al Museo Arqueológico Nacional de Atenas para su análisis y almacenamiento.

El mecanismo pasó inadvertido durante dos años como un bulto de bronce corroído y madera. Sin embargo, tras un análisis más detallado y el uso de técnicas de rayos X, se reveló que el dispositivo era un complejo conjunto de engranajes y mecanismos, lo que llevó a la conclusión de que se trataba de una especie de calculadora astronómica.

El Mecanismo de Antikythera está compuesto por una serie de engranajes interconectados que se utilizaban para predecir posiciones astronómicas, como las fases de la luna, las posiciones de los planetas y los eclipses. Este artefacto es, sin lugar a duda, una de las piezas de tecnología más avanzadas conocidas de la antigua Grecia, mostrando una sorprendente comprensión de la astronomía y la mecánica.

El 17 de mayo de 1902, cuando el arqueólogo Valerios Stais examinaba los restos, se dio cuenta de que una de las piezas de roca tenía un engranaje incrustado y pensó que se trataba de un reloj astronómico pero la mayoría del equipo creía que el instrumento era tecnológicamente muy avanzado y complejo como para haber sido construido en la misma época que el resto de las piezas encontradas.

Las investigaciones fueron abandonadas hasta que el instrumento captó la atención de Derek John de Solla Price. En 1971, Price y un físico nuclear llamado Charalampos Karakalos analizaron los 82 fragmentos con rayos X y Gamma.

Derek de Solla Price

Derek John de Solla Price

En 1974, de estos análisis y de su informe posterior se dedujo que gracias a ajustes de los engranajes y a inscripciones en las caras del mecanismo, que el instrumento fue hecho alrededor del año 87 A. C. y perdido pocos años después. A pesar de que el avanzado estado de corrosión había hecho imposible la realización de un análisis de su composición, se cree que el dispositivo está hecho de una aleación de aproximadamente 95 por ciento de cobre y 5 de estaño. Las instrucciones de uso están escritas en koiné con rasgos dialectales corintios y la creencia que se impone entre los profesionales es la de que el mecanismo fue creado en el mundo de habla griega.

Aunque existen varias teorías sobre el origen de este mecanismo, el último realizado hasta la fecha que data de 2017 señala que el mecanismo de Antikythera fue un dispositivo creado para un cliente de Epiro a partir de un prototipo que originalmente había sido realizado para ser usado en la isla de Rodas.

Se desconoce cómo llegó el mecanismo al barco, pero se ha propuesto que se planeaba llevar el instrumento a Roma con el resto del botín para la celebración del triunfo de Julio César.

Mecanismo y la relojería: un vínculo temprano

La relojería, como campo técnico y científico, tiene sus raíces en la antigua Grecia, y el Mecanismo de Antikythera puede considerarse un precursor de los principios de la relojería moderna. Si bien no se trataba de un reloj en el sentido moderno, el dispositivo utilizaba mecanismos de engranajes que forman la base de todos los relojes mecánicos, lo que le da una conexión directa con el desarrollo posterior de la relojería.

Los relojes mecánicos, que se comenzaron a desarrollar en Europa durante la Edad Media, comparten muchos principios fundamentales con el Mecanismo de Antikythera, particularmente en lo que respecta a la utilización de engranajes para medir el tiempo y realizar cálculos precisos. El Mecanismo de Antikythera utilizaba engranajes con dientes calibrados, de manera similar a cómo los relojes mecánicos aprovechan la interacción de los engranajes para garantizar la precisión en la medición del tiempo.

El Diseño del Mecanismo de Antikythera

El citado mecanismo estaba compuesto por una caja de madera, cuyas dimensiones eran de 340 por 180 por 90 milímetros, que albergaba una serie de engranajes de bronce.

Mecanismo de Antikythera

Reconstrucción del Mecanismo de Antikythera por el equipo de la University College London. Foto: Tony Freeth

El dispositivo es un complejo mecanismo de relojería compuesto de al menos treinta engranajes interconectados. Estos engranajes estaban dispuestos en varios niveles, lo que permitía un gran grado de precisión en la medición de las posiciones astronómicas.

Los restos fueron encontrados como ochenta y dos fragmentos separados, de los cuales solo siete contenían inscripciones importantes o engranajes. El engranaje más grande mide aproximadamente 140 milímetros de diámetro y originalmente contaba con doscientos veintitrés dientes.

Una de las características más fascinantes del Mecanismo de Antikythera era la capacidad de representar múltiples ciclos astronómicos, incluyendo el ciclo solar y lunar, y predecir fenómenos como los eclipses. Para ello, los engranajes se conectaban de forma que se pudiera visualizar no solo el tiempo, sino las posiciones y movimientos de los astros, lo que representaba un avance considerable en el conocimiento astronómico de la época.

Los ingenieros que diseñaron el mecanismo también utilizaron un sistema de ejes y manivelas que permitían al dispositivo funcionar de manera continua. Los engranajes se movían gracias a la energía proporcionada por una manivela, lo que implicaba una precisión en su funcionamiento que se asemeja mucho a los mecanismos de relojería que surgieron siglos después.

Es probable que el mecanismo de Antikythera no fuera el único, como muestran las referencias de Cicerón sobre estos mecanismos. Esto da soporte a la idea de que hubo una tradición en la antigua Grecia de tecnología mecánica compleja. Todos los fragmentos recuperados se custodian en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.

En “De re publica”, Cicerón hace mención a dos máquinas diseñadas y construidas por Arquímedes, que los analistas contemporáneos consideran que eran mecanismos de tipo planetario, predictores de los movimientos de la Luna, el Sol, los principales planetas conocidos y los eclipses. Estas máquinas pasaron a poder del cónsul romano Marco Claudio Marcelo tras el sitio de Siracusa, hecho ocurrido en 212 A.C.

La expansión de esta tecnología se interrumpió en algún momento de la antigüedad, y artefactos tecnológicos que se acercaran a la complejidad y habilidad de construcción de este instrumento no aparecieron nuevamente hasta 1.600 años después, época en que se inició el desarrollo de relojes astronómicos en Europa, hacia el siglo XIV.

El Funcionamiento del Mecanismo de Antikythera

Tenía como función principal la simulación de los movimientos astronómicos. Utilizando engranajes y ejes interconectados, el mecanismo podía realizar cálculos relacionados con el ciclo lunar y solar, la posición de los planetas, e incluso los eclipses. Para comprender cómo esto estaba relacionado con la relojería, es esencial entender cómo se utilizaban los engranajes en el dispositivo.

Cada engranaje tenía dientes de tamaños específicos que interactuaban de manera que permitían la sincronización de varios ciclos astronómicos. Esta sincronización es similar al funcionamiento de un reloj, en el que diferentes engranajes trabajan en conjunto para controlar el paso del tiempo con precisión.

Este artefacto aparentemente fue diseñado para predecir posiciones astronómicas y los eclipses de hasta diecinueve años con propósitos astrológicos y calendáricos y predecir también la fecha exacta de seis certámenes griegos antiguos, entre los que se encuentran los cuatro principales juegos Panhelénicos y dos juegos más de menor entidad.

En la cara frontal del mecanismo se encuentra un disco en forma de anillo, fijado a la estructura, que representa la eclíptica y los 12 signos zodiacales marcados en sectores de 30 grados. Esto concuerda con la costumbre babilónica de asignar un doceavo de la eclíptica a cada signo zodiacal equitativamente, aunque los límites de las constelaciones eran variables. Fuera del disco se encuentra otro anillo que es giratorio marcado con los meses y días del calendario egipcio: 12 meses de 30 días más 5 días epagomenales. Los meses están marcados con sus respectivos nombres egipcios transcritos al alfabeto griego.

El mecanismo era operado mediante la rotación de una manivela, que no ha podido ser recuperada, que se conectaba por medio de un engranaje.

La acción de girar la manija de la manivela causaría que los engranajes interconectados dentro del mecanismo rotaran; esto resultaba en el cálculo simultáneo de la posición del Sol y la Luna, la fase lunar, eclipse, ciclos del calendario y posiblemente la posición de planetas.

En la cara frontal hay dos escalas circulares concéntricas que representan el camino a través de los cielos. El anillo exterior está marcado con los 365 días del calendario egipcio o el año Sotíaco basado en el ciclo Sotíaco. En el anillo interno hay un segundo disco marcado con los signos zodiacales griegos y se divide en grados. El calendario exterior no estaba fijado totalmente con el disco interior, sino que, para compensar el efecto del cuarto de día adicional en el año solar, el operador del mecanismo podía moverlo hacia atrás en relación con el interior un día cada 4 años.

La posición del Sol en la eclíptica es equivalente a la fecha actual en el año. La Luna y los cinco planetas conocidos por los griegos viajan a lo largo de la eclíptica cercanamente entre sí mismos, tan cerca que tenía sentido definir su posición en la eclíptica.

También se demostró que hay un mecanismo para mostrar la fase lunar al igual que su posición.

En el reverso del mecanismo se encuentran al menos cuatro discos: los dos grandes calculan el ciclo metónico y de Saros, mientras que los dos pequeños son para los juegos deportivos, y exeligmos (eclipses). Es posible que también hubiera dos discos más, uno para el ciclo calípico, simétrico al de los juegos y otro simétrico al de exeligmos, pero ninguno de estos dos últimos ha podido ser confirmado por las investigaciones.

El disco de los juegos es el disco superior derecho secundario; es el único cursor en el instrumento que viaja opuestamente a las manecillas del reloj con el paso del tiempo. El disco se divide en cuatro sectores; cada uno tiene un indicador de año y el nombre de dos Juegos Panhelénicos. Estos eran los Juegos Ístmicos, Olímpicos, Nemeos y los Píticos y también incluyen juegos menores como los Juegos cuatrienales de las Naia y otro evento que podría tratarse del festival de la Halieia, de Rodas.

Una de las características más destacadas del mecanismo era su precisión. Los relojes mecánicos posteriores utilizarían principios similares para garantizar que el paso del tiempo fuera medido con exactitud, lo que fue esencial para el desarrollo de la tecnología relojera a lo largo de los siglos. Aunque el Mecanismo de Antikythera no se utilizaba para medir el tiempo de manera cotidiana, su uso de engranajes y su capacidad para predecir movimientos astronómicos era, en muchos aspectos, un precursor del desarrollo de la relojería mecánica.

La Influencia en la relojería moderna

Aunque fue un dispositivo primitivo, la precisión de sus engranajes y su diseño innovador influyó en el futuro de la relojería. Durante siglos, los relojeros europeos continuaron utilizando principios mecánicos similares a los del Mecanismo de Antikythera, refinando la tecnología hasta llegar a los relojes mecánicos modernos.

Los avances en la relojería se vieron impulsados por los mismos conceptos fundamentales utilizados en el mecanismo griego. El desarrollo de los relojes mecánicos en la Edad Media y Renacimiento se basó en el principio de que los engranajes podían trabajar juntos para controlar el paso del tiempo. Estos principios se perfeccionaron a lo largo de los siglos, llevando a la creación de relojes de torre, relojes de bolsillo y, finalmente, los relojes de pulsera que conocemos hoy en día.

Conclusión: Un Testamento a la ingeniería antigua

El Mecanismo de Antikythera no solo representa un logro astronómico y mecánico sobresaliente para su época, sino que también marca el comienzo de la historia de la relojería de precisión.

Este mecanismo antiguo, considerado el primer "computador" analógico de la historia, sirve como un recordatorio de la destreza técnica y la comprensión profunda de los antiguos ingenieros griegos. Su legado vive no solo en la historia de la astronomía, sino también en la evolución de la tecnología de relojería, que continúa fascinando e inspirando a generaciones de ingenieros y relojeros.

La película “Indiana Jones y el dial del destino de 2023 presenta una trama en torno a una versión ficticia del dispositivo de Antikythera. En la película, el dispositivo se utiliza como un sistema de cartografía temporal que permite predecir grietas temporales para así atravesarlas y viajar en el tiempo.

Hublot y la recreación del Mecanismo de Antikythera

Recreación del mecanismo de Antikytera por Hublot

Hublot en 2011 decidió rendir homenaje al descubrimiento del Mecanismo de Antikythera, recreando su complejidad en una pieza de relojería moderna denominado Hublot tribute to  Antikythera.

Bajo el impulso del entonces responsable de la marca, el histórico Jean-Claude Biver únicamente se crearon cuatro relojes idénticos, cada uno de ellos una réplica exacta en miniatura del mecanismo original: el primero fue destinado al Museo Nacional de Atenas, donde se exhibe junto con los fragmentos originales del Mecanismo de Antikythera.

El segundo está expuesto en el Musée des Arts et Métiers (Museo de Artes y Oficios) de París, el tercero lo conserva Hublot en su museo en reconocimiento a la artesanía y el ingenio de sus propios ingenieros y relojeros y el cuarto fue subastado en 2014.

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