Nuevo Omega Seamaster 300 no date, la guerra está servida.

Una lucha continua entre aficionados que se decantan por unas marcas u otras es la de Seamaster 300 vs Submariner.

Partiendo de que los dos relojes sean geniales, mi recomendación es que cada uno compre el que le guste, el que uno sea mejor que otro… depende de qué busque cada usuario. Y en mi caso, casi siempre habría tirado por el Submariner, ya que el Seamaster a pesar de que en su conjunto me gusta, siempre encontraba algún detalle que hacía que no me terminase de convencer, por ejemplo las agujas.

Sin embargo Omega lanzó el 60 aniversario que con un ligero cambio, para mí cambio completamente, el conjunto funcionaba tan bien que los detalles que en los Seamaster no me convencían, en este me parecía que encajaban estupendamente.
Este nuevo Seamaster 60 aniversario sin fecha es un reloj redondo en su conjunto bajo mi opinión, sin embargo el precio que tiene, a pesar de ser un reloj algo más especial, es para pensárselo.

Llegado a este punto entra en juego otro participante recurrente que se suele sumar en este debate Submariner vs Seamaster, el Tudor Black Bay. Este sacrifica 100 m de hermetismo y el bisel cerámico frente a sus rivales, pero de igual manera tiene un conjunto redondo.

A primera vista el Tudor lleva todas las de perder, ya que sumado a estos puntos comentados anteriormente el certificado de precisión es inferior, quedándose en COSC (nada mal, pero inferior a sus rivales). Sin embargo ofrece un precio inferior y todo el mundo conoce que Tudor pertenece a la matriz Rolex, lo que le hace ganar posiciones.

Pues con la balanza inclinada a Tudor en esta horquilla de precios, durante los pasados Juegos Olímpicos de Paris, el embajador de la marca Daniel Craig, apareció luciendo un Seamaster inédito. Nuevamente entra Omega con todo.

En este, Omega ha mantenido la idea de un Seamaster no date que vimos en la edición del 60 aniversario, excluyendo la ventana del datario y manteniendo el uso de milanesa en lugar del clásico brazalete. Sin embargo el bisel, textura del dial y segundero, se mantienen como en el Seamaster 300 de catálogo actual.

Y para rematar, Omega lo ofrece en negro, hueco que quedaba un poco descubierto con la mayoría de Black Bay pues a pesar de ser negros los diales, contaban con muchos detalles en dorado como índices, agujas, leyendas e incluso algunos el bisel.

Este movimiento por parte de Omega me parece muy interesante desde el punto de vista se mantiene por debajo de Rolex en cuanto a precios se refiere, pero ofreciendo variedades similares en cuanto a fecha y sin fecha, y un certificado de precisión superior a Cosc.

Sin embargo bajo mi opinión, si el reloj no va a ser ninguna edición tipo 007 o aniversario, el precio va a ser decisivo para que la gente se decida entre el Seamaster o el Tudor Black Bay M7941A1A0NU, ya que aparentemente juegan a lo mismo, colores negros sin detalles en otros tonos y certificado Metas.

Como reza el título del artículo, la guerra está servida, no desde el punto de vista de que reloj es mejor que otro como decía al inicio, sino desde la idea de qué reloj escogeré como usuario. Con la evolución de los catálogos, a la espera de ver que presenta Omega con este nuevo Seamaster, se abre un gran abanico de posibilidades y lo interesante en mi opinión, es que estas posibilidades están bien diferenciadas para lo que más se ajuste a mis gustos o intereses.

¿Bisel cerámico o aluminio?, ¿Válvula de helio?, ¿Brazalete, caucho o milanesa?… Os diría que lo tengo claro, pero no tanto.

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