Más buscado que un Daytona
Daytona, Submariner, GMT… son los nombres que más suenan a los aficionados y coleccionistas de Rolex vintage, sin embargo estamos viendo una vuelta a ciertos modelos que hasta hace no tanto estaban en un segundo plano, como cronos vintage pre Daytona o algunos de vestir como el Midas que tiempo atrás estaban en el olvido.
Sin embargo el efecto contrario es el de los Bubbleback, que gozaron de gran popularidad entre los aficionados a los Rolex vintage y que terminaron por caer prácticamente en el olvido, a excepción de algunos con diales raros o configuraciones de materiales poco habituales.
Estos relojes son una serie de referencias producidas entre 1933 y mediados de los 50, que tienen en común la peculiar forma de la tapa trasera, con aspecto de burbuja y que dieron origen a los relojes deportivos de la marca que conocemos en la actualidad.
Estos debían ser herméticos y contar con calibre automático, en su mayoría además certificados de cronómetro. De esta manera Wilsdorf solucionaba el problema con el que se encontraba Rolex frecuentemente, quejas de relojes defectuosos a los que les entraba el agua.
Esta queja de clientes a los distribuidores derivaba de que los usuarios no estaban acostumbrados a usar coronas roscadas y tras darles cuerda se olvidaban de situar la corona completamente enroscada.
Para ello Rolex diseñó y encargó a Aegler la fabricación de calibres con un rotor que girase 360º para la carga automática. Esto le sirvió para la obtención de varias patentes, haciendo que hasta los 50, ningún otro fabricante pudiera fabricar este tipo de calibres a escala.
De esta manera, con calibres automáticos que disponían de una una buena precisión, una vez puesto en marcha el reloj, no era necesario estar manipulando la corona y quedaba totalmente enroscada eliminando el problema de hermeticidad anteriormente mencionado.
Con una buena máquina hablando en términos técnicos, el siguiente punto a abordar por parte de Rolex son los diales, y en eso, estos Bubbleback destacan y son muy buscados.
La fiebre por estos relojes comenzó en los 80 y en especial los diales California o Error Proof. Así que los coleccionistas empezaron a demandar unidades con diales peculiares. Sin embargo el coleccionismo y uso ha ido evolucionando con el tiempo, y antes era común adecentar los relojes, es decir, pulirlos y restaurar esferas y agujas, cosa que hoy en día hace que pierdan mucho valor.
Es por ello que la mayoría de unidades han sido manipuladas de algún modo y hasta ahora no han llegado muchas en estado original. Esto sumado a que a diferencia de otros relojes que usaron calibres de terceros como Valjoux, los calibres empleados en estos relojes van de la familia 400 a la 700 y solo Rolex disponía de ellos, así que la disponibilidad de repuestos es muy escasa.
Si hacerse con una unidad en estado original es casi imposible, sumarle la derivada de posteriormente el mantenimiento de estos relojes es un dolor de muelas, ha hecho que como comentaba al principio, hayan ido cayendo en el olvido para los coleccionistas en general. Quedando solo las unidades más especiales con diales originales y raros como algunos esmaltados, reservados a grandes coleccionistas.
En mi opinión si encuentras alguno a buen precio, me parece una pieza muy interesante e importante dentro de la marca, es algo así como la referencia 96 de Patek. Sin embargo no creo que vuelva la fiebre por estos relojes, debido a los problemas que he comentado antes, si buscas algo más funcional, creo que un Datejust vintage puede ser una alternativa interesante, pero eso lo veremos en un nuevo artículo.