Tourbillon ultra fino de Audemars Piguet, 25643 y 25656

¿En qué consiste realmente la innovación? ¿Crear algo desde cero que no ha hecho nadie o ser capaces de entender algo que tu competencia ha rechazado?

Pues sinceramente no se si la segunda idea es parte de la innovación, pero sí es parte del éxito y aunque la relojería ya está muy asentada y no vemos grandes implementaciones salvo alguna excepción puntual, en sus inicios el ir probando diferentes ideas fue fundamental para poder alcanzar lo que a día de hoy son las marcas.

Mezcla de artesanía tradicional e innovación constituye el pilar del universo artesanal de la manufactura. Esta es la frase que reza la web de Audemars Piguet y sinceramente, echando la vista atrás no les falta razón.

A finales de los 70 André Beyner y Maurice Grim fueron capaces de ver el potencial de los nuevos sistemas de mecanizados controlados por ordenador que permitían ajustar las tolerancias mucho mejor que otros sistemas más asentados y bien conocidos por la industria.

De la mano de Ebauche SA, redujeron el grosor de un calibre mediante este sistema de mecanizado y presentando una nueva arquitectura para redistribuir los componentes de un reloj automático. Esta arquitectura básicamente planteaba el utilizar la caja del reloj como placa principal para alojar el calibre.

Además se rediseñó el sistema de carga automática que no necesitaba girar sobre sí mismo, sino que el bobinado era de martillo y solo requería de 15 grados para que la carga de la reserva de marcha fuera efectiva.

Finalmente en 1980 se presentó la patente y a su vez, Ebauche SA rechazó la idea quedando un poco en el olvido. Esto no fue suficiente para que Beyner y Grim cesasen en su idea de implementar estas ideas y en los tres años siguientes incluyeron un tourbillon en el calibre, haciendo que el prototipo de este Proyecto 29 completamente ensamblado, midiera tan solo 7,2 mm de alto.

Hasta ese momento no había muchos tourbillon de pulsera, la verdad es que solo hay constancia de unos 20 relojes con esta característica y si además era muy plano ¿Por qué a nadie le interesaba? A nadie no, Audemars Piguet supo ver el potencial que tenía esto.

Y en 1986 en la feria de Basilea AP dio a conocer el masterpiece multi-record con referencia 25643. Este reloj era el Prototipo 29 pero rediseñado en el apartado estético (caja y dial) por Jacqueline Dimier.

Básicamente consistía en girar el reloj 180 grados de modo que el martillo basculante pasaba a la posición de las 6 y el tourbillon a las 11. Esto se aprovechó para situar una pequeña venta a las 6 que dejaba ver el contrapeso decorado y otra ventana sobre el tuourbillon quedando expuesto en el dial.

Para destacar el sistema antigravedad del reloj, se inspiraron en una talla de un relieve egipcio del Faraón Akhenaton y su esposa, Nefertiti donde el protagonismo se dirigía al sol, mediante unos rayos que apuntaba a él.

Audemars Piguet llegó a un acuerdo con Beyner y Grim para que ellos fabricasen los calibres y estos se ensamblarían en la manufactura de AP, llegando a necesitar un total de 150 horas por la complejidad de estos. Este nuevo calibre, fue denominado por la marca como 2870 y no tiene puentes ni placa superior, en su lugar, los pivotes para el sistema de carga automática y el tren de engranajes se ejecutan en joyas que se colocan en la parte posterior de la caja, que funciona como la placa principal del movimiento. Esta construcción permite un reloj ultra delgado de solo 5,3 mm de grosor, menor que el prototipo.

En 1996 este reloj llegó a su fin con 378 relojes hecho de oro y 23 en platino, repartidos en dos referencias distintas 25643 (desde 1986 hasta 1993) y 25656 (desde 1987 hasta 1996). Sin embargo se siguieron entregando unidades hasta 1999. Su distribución según la marca quedó repartida de la siguiente forma: Casi la mitad de los 401 relojes se distribuyeron en Europa, alrededor de un tercio en Asia (16% del total en Hong Kong), el 15% en los Estados Unidos y menos del 5% en Oriente Medio.

Plantear o abrazar ideas revolucionarias como el usar una nueva técnica de mecanizado o plantear una arquitectura completamente diferente a los estándares en una industria, en una industria como la relojería, tan arraigada en lo tradicional en muchos casos supone un salto al vacío, sin embargo el saber discernir si la piscina tiene agua o no a la hora de saltar es la parte más importante de la innovación y en este caso, AP supo ver lo que otras no y que a día de hoy es el estándar en la relojería extra plana.

Aunque no fueron ellos los que inventasen esta idea de construcción de calibre, sí que son responsables de su éxito al aceptar lo que el resto de industria rechazó.

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